Te eché de menos Buenos Aires -San Telmo y Plaza de Mayo-
“Hoy Buenos Aires se orilló en mi ventana, por supuesto le agradecí la cortesía de su visita” esta breve frase la escribí en medio de la coyuntura mundial por la pandemia de COVID-19. Una mañana mientras organizaba mi material fotográfico encontré la imagen de una ventana desde donde se podía ver parte de Plaza de Mayo. Cuando la vi automáticamente me invadió una sensación de nostalgia por Buenos Aires. Me extrañaba recorriendo sus calles ruidosas y verme envuelta por sus rutinas diarias. Me recordó ese sentimiento de añoranza que nos grita cuando estamos viviendo en otra ciudad o incluso en otro país y pensaba en lo paradójico que era eso porque estando en Baires me sentía a la vez muy lejos de ella. Pero supongo que esa especie de melancolía que se desprende al extrañarla ya es parte de mi naturaleza porteña y de mi carácter argentino. Salir a fotografiar la urbe y descubrir nuevos rincones entre sus pliegues ocultos, son de las cosas que siempre he disfrutado más hacer. La ciudad había perdido la voz y yo echaba tanto de menos sus matices cotidianos que escribir fue la manera que encontré de fotografiar con palabras, pero también fue el medio para acallar mi ruido interno. Ahora que repaso estas líneas en voz alta, me doy cuenta que de alguna manera fue como haberme ido de viaje a un destino no elegido con el corazón al hombro y no tan ligera de equipaje. Esa ventana fue la gran protagonista en tiempos de confinamiento, fue el símbolo de mi soledad y de mi espera detrás de ella. A falta de ti mi querida Buenos Aires tuve que aprender a ser ciudad pero lo más bonito de este exilio fue que me enseñaste a ser hogar.
La primer fotografía la tomé en 2017 y las siguientes en enero de este año.