Hilando palabras

1 de diciembre, 2023

El aroma del café que acabo de preparar, la lapicera de pluma a la que cada tanto se le empasta la tinta y mi mirada fija en la libreta nueva que dejé ayer a un costado de la mesa. Corro las cortinas para que la luz color miel que atraviesa las nubes ingrese por el ventanal del comedor, tibieza que enciende la tarde y que se funde con el trazo como la mano de mi viejo sobre la mía aquel día enseñándome a escribir mi nombre. Tengo prisa, los últimos rayos de este fulgor inesperado ya casi se desvanecen. Movimientos rápidos y desordenados sobre la hoja que poco a poco revelan las formas que proyectan mis palabras. Extraña grafía de lo que estoy hecha, rastros de lo que capto de mi ahora, capas de lo que no digo y de lo que nunca te contaré porque quedo atrapado en algún lugar del sentimiento. Quince para las seis, el atardecer volcó silencio sobre el papel y al igual que lo hace el mar, borró mis pasos luego de caminar por tu orilla. 

Escrito por © Vanesa G. Paz